La modernidad implica una conciencia de tiempo, de cambio; es discernimiento de lo “pasado” y lo “actual”. Ante las súbitas transformaciones culturales y sociales provocadas por las revoluciones industriales, la modernidad también construyó grandilocuentes narrativas, metarrelatos productores de sentido. Es la modernidad el motor incansable que hace avanzar a través de los siglos bajo conceptos como progreso, libertad, democracia, emancipación, industrialización…

Punto Magnolia, espacio de arte realizó un ejercicio expositivo titulado SER POS MODERNO, con el objetivo de abrir espacio a la reflexión sobre la energía subversiva a la modernidad, la vigencia de los grandilocuentes conceptos fundadores de lo moderno; las consecuencias de imponer y totalizar el desenfrenado ritmo del supuesto progreso en nuestro país. Advirtiendo en donde fracasó, no por pesimismo o masoquismo, sino porque es en esos espacios fallidos donde podemos vislumbrar otros futuros posibles.

Esta exposición se integró del trabajo de 19 artistas mexicanos que exploran dichos límites de nuestra modernidad. De las piezas más fascinantes de esta exposición fueron objetos personales y dibujos atribuidos a Rockdrigo González, el “profeta del nopal”, icónica figura del rock mexicano y de la mitología urbana de la Ciudad de México y que fueron rescatados por la familia del cantautor al recuperar sus restos de los escombros, cuando desafortunadamente pierde la vida en el temblor del la Ciudad de México en 1985.

La figura de Rockdrigo González trasciende su breve trayectoria para convertirse en un mito fundacional del rock urbano mexicano. Su obra —reunida póstumamente en grabaciones como Hurbanistorias y El profeta del nopal— configura una poética de la marginalidad y la vida cotidiana en la Ciudad de México de los años ochenta. Con guitarra, voz y humor ácido, Rockdrigo transformó el habla popular en lenguaje poético, articulando una crónica musical de la urbe en proceso de modernización y desigualdad. Su música, entre el blues, el folk y la trova eléctrica, se erige como archivo sonoro de una generación sin promesa, pero con una profunda lucidez crítica.

Realizamos una sesión diferente de El Disco Es Cultura: no revisamos un disco sino extractos de su discografía que toda fue póstuma. Teniendo de invitados a Alejandro González Castillo editor de la Revista Marvin, escritor y periodista del rock; Jaime Martínez, escritor, poeta y cronista de la vida nocturna mexicana y Alberto Carreón Interpretando rolas de Rockdrigo González.

Platicamos sobre cómo hoy, Rockdrigo sigue habitando el imaginario colectivo como un artista total que convirtió la precariedad en estética y la experiencia urbana en lenguaje poético, tendiendo puentes entre música, memoria y arte público. Su legado persiste no solo en canciones, sino en modos de habitar y narrar la ciudad desde los márgenes.